Una vez que te haces un tratamiento en el salón —ya sea un alisado, unas mechas, un tinte o una hidratación profunda— es fundamental seguir una rutina adecuada en casa para mantener los resultados y cuidar tu cabello a largo plazo.
El primer paso es elegir un champú sin sulfatos, que no arrastre el tratamiento ni reseque la fibra capilar. También es importante usar mascarillas nutritivas una o dos veces por semana, sobre todo si has pasado por un proceso químico. Si usas secador o plancha, no olvides el protector térmico: es tu mejor aliado para evitar daños por calor.
En este post te doy mis consejos como estilista para prolongar el efecto de cualquier tratamiento que te hagas, mantener el brillo y la suavidad, y evitar el encrespamiento o la sequedad. Con los cuidados adecuados, tu melena se verá bonita mucho más tiempo y los beneficios del salón se alargarán más allá de la visita.



